sábado, 30 de abril de 2016

Mallo Colorao por la vía Anorexia (V+, 135 mts)

Nos presentamos en Riglos con la emoción que eso conlleva. De nuevo vamos a tocar bolos, esta vez la idea era hacer uno de los mallos pequeños, el Mallo Colorao por la vía Anorexia (135 mts, V+).

De nuevo en Riglos

La vía y las reuniones están equipadas,  con 10 cintas expres tienes para hacerla. Según la guía de Riglos, la vía tiene las chapas doradas, aunque el dorado no lo vimos por ninguna parte. Nos salieron 4 largos de grado máximo V+. Y luego para bajar, hay que rapelar por su cara este, hay una sabina equipada con cordinos, desde ahí son 35 metros hasta el suelo, para volver por una senda hasta el pueblo otra vez.

Mallo Colorao

Desde Riglos, en media hora llegas a la base del Mallo Colorao. Una vez averiguamos la vía que era, y tras esperar un poco a que saliera una cordada que iba delante, nos metimos en faena. Los primeros pasos siempre nos resultan algo difíciles, entre que el primer seguro andaba algo lejos, y las manos algo frías por el viento que hacía, nos costó sentir bien los bolos.

Bonitas vistas alrededor

Aproximación al Mallo Colorao

El grado del primer largo es de 40 mts, V+, donde un par de esas panzas típicas de Riglos ya te van indicando que te lo vas a pasar bastante bien. Una vez llegamos a la reunión, ya estaban las manos calentitas y además el viento empezó a notarse menos.

Inicio de la vía 
Llegando a la reunión

El segundo largo es de 35 mts, IV, algo mas tranquilo que el anterior ya que el mallo empieza a tumbarse un poco, al coger altura ya empiezas a disfrutar de las vistas alrededor.

Asegurando en el segundo largo

Buenas vistas

Vista de Riglos y el río Gállego

El tercer largo  es de 40 mts, IV,  tras pasar alguna panza divertida, aquí el mallo se tumba bastante hasta llegar a la base del último largo, una reunión muy cómoda, donde el mallo se vuelve a poner vertical otra vez.

Una mirada al último largo

Última parte del tercer largo mas tumbada

De aquí hasta lo alto del mallo, solo quedan 20 mts , V. Una última panza divertida que da acceso a la cima del Mallo Colorao, desde aquí, un breve paseo sin perdida, pero con cuidado de no tropezar, hasta encontrar la sabina, con sus cordinos. Desde aquí montas el rapel y a disfrutarlo.

Último largo

Reunión cómoda para el rapel

Rapelando la cara este


La vuelta es otra media hora o menos, tranquilamente, hasta el pueblo, donde en poco rato puedes estar degustando lo que te apetezca con unas vistas absolutamente maravillosas.

Vista de los mallos pequeños

sábado, 9 de abril de 2016

La cresta sur de La Sagra (AD, 1500 mts, IV)

La Sagra, en pleno altiplano granadino, tiene una bella y magnifica cresta en su vertiente sur, que te permite jugar con sus diferentes formas. Son unos 1.500 mts de arista, trepadas de grado II y III, con algunos pasos de IV, y 3 rapeles de 12, 20 y 10 mts.

Cresta sur de La Sagra

En realidad es un patio de recreo en el que, si estás acostumbrado a moverte entre rocas, te da mucho juego. Buenos agarres, cazos, pinos, todo se junta para hacerte pasar un día muy divertido, siempre, con la atención que merece este tipo de actividad, en el que no puedes perder la atención nunca.

Dejamos el coche cerca del Cortijo de la Capellanía, quizás un poco mas abajo de lo que deberíamos. En realidad, la cresta se ve desde el inicio hasta el final, así que la aproximación estaba en subir directo a buscar el inicio que más nos gustara.

En busca del inicio de la cresta

Primeros pasos

Una mirada atrás

Hay que decir que se puede entrar a la cresta por diferentes sitios, y acabarla igual..claro! Y así fue como nos metimos en la cresta de secano, pensando que La Sagra estaría cubierta de nieve, menudos mochuelos…anda anda, para que me he traído los piolets…

Espectacular arco de roca

Ya si, cresteando

Los hitos te marcan el camino a seguir, hasta que llegas a un arco de roca, en el que te preguntas, como demonios aguanta las embestidas del tiempo. A partir del arco, empieza la diversión, hasta llegar al momento de sacar la cuerda.

Un murete equipado con parabolts donde se hace reunión en un pino, es la primera dificultad entre comillas. Una escalada sencilla pero en la que es mejor asegurar. A partir de aquí la cresta se pone juguetona con trepadas y destrepes hasta llegar al primer rapel, equipado con argollas.

Luis abriendo el largo

Espectaculares pasos

Vista de la cresta

Bonitos destrepes
Primer rapel

Hasta el siguiente paso de IV equipado con un parabolt en el sitio justo, es seguir la arista. Nosotros nos aseguramos con cuerda en pasos que veíamos delicados, pero donde nos movíamos bien y nos sentíamos seguros, íbamos sin la cuerda. Supongo que cada uno decide su nivel de seguridad y en este caso lo decidimos así.

El paso de IV no tiene mucha historia, salvo la reunión, que la hicimos con un fisurero y un puente de roca. No es que el paso sea difícil, pero tanto la subida como el destrepe siguiente es muy expuesto.

Disfrutando de la arista

Con momentos de relax

Isma abriendo el largo

Y asegurando el destrepe

Las vistas y el ambiente en todo momento son espectaculares. Desde el paso de IV, se sigue la arista hasta llegar al rapel de 20 mts, equipado con argollas también. En este punto llevábamos casi 6 horas de actividad, si bien es cierto que muy tranquilos y sin necesidad de correr disfrutando en todo momento de la cresta.

Tomándolo con calma

Rapel de 20 mts

En la base del rapel, y faltando poco para acabar la cresta, decidimos escapar de la arista, teníamos que volver a una hora prudencial a Cazorla y no teníamos claro lo que tardaríamos en volver. Así que la parte final no la hicimos, ni su último rapel.

El final fue más fácil de lo que esperábamos, a pesar que en un principio no veíamos la bajada clara, la idea fue, ir a buscar el sendero que bajaba de la Sagra Chica, y atravesar el bonito bosque vertical en busca del carril que nos llevaría de nuevo al coche.

Bajada por el bosque vertical

Y lo encontramos! Sin duda ha sido una manera bonita y espectacular de conocer la Sierra de La Sagra. La cresta sur bien se merece, las cervezas que nos fuimos tomando de regreso a Cazorla…jeje, una actividad realmente bonita, para disfrutar.